No podía dejar pasar este día sin hablar del tema de hoy: la locura
de las rebajas. Parece que se han alineado todos los astros este año,
coincidiendo el despegue de las rebajas con sábado por lo que para
aprovechar las compras rebajiles del día después a Reyes, la mayoría de
los mortales que trabajamos o estudiamos hemos tenido que salir a la
caza hoy mismo, ya que podría pasar una semana entera hasta poder volver
a ir de compras.
Este año he cumplido con todas las directrices
de la buena compradora: visitar las tiendas de antemano para tener los
fichajes ya hechos, probarme las prendas con antelación para no tener
que esperar esas interminables colas de los probadores...etc etc. Sin
embargo no he podido hacerme con mis fichajes. La razón? Muy sencilla:
no merece la pena hacer la cola para pagar.
Este año las rebajas
me han pillado en Barcelona, y aunque lo he intentado, han sido de todo
menos fructíferas. Las colas eran larguísimas y no sólo para probarse,
sino para pagar: he tenido un momento revelador en Massimo Dutti (nunca
había visto una tienda tan llena en mi vida) en el que he decidido que
reniego finalmente de las rebajas en tienda fisica: a partir de ahora
sólo online. Las rebajas en internet generalmente empiezan algo antes
que en tienda y suele haber también mayor surtido. Eso y que te ahorras
la supervivencia en la vorágine rebajil y los ataques de las viejas
taquito de jamón ( sí, esas bajitas que te atizan con el bolso al pasar y
ni se giran, ni se disculpan, ni nada).
Una
recomendación más a las mujeres del mundo: dejad al novio, marido,
padre, hijo en casa. Sólo sufrirán ellos y vosotras. Tened piedad. Sed
listas.
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